Comer en la calle o en pequeños negocios de alimentos como loncherías, fondas, torterías y taquerías se convirtió en uno de los principales factores que presionaron la inflación en México a lo largo de 2025. Estos establecimientos ajustaron precios de manera constante y no salieron, en todo el año, de la lista de productos con mayor incidencia inflacionaria, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Según el organismo, los precios de estos servicios alimentarios se mantuvieron durante todo el año con incrementos superiores a 8 por ciento anual, casi el doble de la inflación general. En la primera quincena de diciembre, el alza fue de 8.66 por ciento, mientras que desde finales de 2021 los precios acumulaban un incremento de 42.54 por ciento. Este comportamiento impacta de forma directa a los hogares, ya que este tipo de consumo representa alrededor del 26 por ciento del gasto familiar en México.
Especialistas coinciden en que el sector enfrenta un choque de oferta, principalmente por el encarecimiento de insumos y mercancías necesarias para la preparación de alimentos. Estos aumentos, señalan, terminan trasladándose al consumidor final. A ello se suma un factor adicional: la inseguridad. El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, ha reconocido que, aunque no existen cifras precisas, hay amplia evidencia anecdótica de que las extorsiones y los cobros de piso se han convertido en un factor creciente que contribuye a la persistencia de la inflación, especialmente en los precios de los servicios.
Heath ha explicado que este fenómeno limita la capacidad de las autoridades para cuantificar su impacto y ajustar objetivos de política monetaria, pero es claro que influye en la formación de precios. En ese contexto, los servicios alimentarios son los que más preocupan, debido a su elevado peso en el consumo de los hogares y a que sus precios muestran mayor resistencia a bajar.
Por su parte, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, señaló que el aumento en los precios de restaurantes, fondas y taquerías también está relacionado con una mayor liquidez en la economía. El especialista explicó que el incremento de los salarios reales ha elevado el poder de compra, lo que se ha traducido en una mayor demanda de servicios y, en consecuencia, en precios más altos.
