Un reciente informe revela que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pagó sobreprecios de hasta un 1000% en la compra de medicamentos, beneficiando a empresas sin experiencia en el sector salud.
El asesinato de Abraham, un vendedor de dulces, ocurrido el 6 de diciembre de 2023 en la colonia Roma, Ciudad de México, puso en evidencia amenazas contra tres altos funcionarios del IMSS: Daniel Ramírez, Karina Sarmiento Castellanos y Eduardo Thomas Ulloa. Junto a su cuerpo, los atacantes dejaron una cartulina con mensajes que vinculaban a estos funcionarios con actos de corrupción y una lista de empresas beneficiadas.
La investigación de MCCI expone que estas empresas, incluidas Poyago y Rimisa Medical, recibieron contratos con sobrecostos justificados como “compras emergentes”. Aunque el IMSS había garantizado el abasto de Sitagliptina Metformina a un precio de 210 pesos por envase mediante contratos consolidados con Merck Sharp & Dohme y Laboratorios Vanquish, delegaciones en Michoacán, Tlaxcala y Tabasco adquirieron este medicamento a Poyago por precios de hasta 2,300 pesos por envase.
Poyago, anteriormente dedicada a la venta de equipo de ferretería, recibió contratos por 195 millones de pesos en menos de un mes. El primer contrato, por 87.5 millones, fue adjudicado por la delegación del IMSS en Tlaxcala a un costo 600% mayor que el precio consolidado. Contratos similares se replicaron en otras delegaciones.
Este caso destaca la urgencia de mayor transparencia y regulación en las adquisiciones del IMSS.
