La decisión del presidente Donald Trump de eliminar la exención arancelaria para importaciones de bajo valor ha generado caos en los sistemas postales del mundo. Países como Tailandia, México, Filipinas y Reino Unido han suspendido o limitado el envío de cartas y paquetes a Estados Unidos, dejando a millones de personas y negocios en incertidumbre.
Hasta ahora, los destinatarios podían recibir productos con un valor de hasta 800 dólares sin pagar impuestos aduaneros, gracias a la llamada regla de minimis. La nueva orden ejecutiva, vigente desde el 30 de julio, busca frenar la venta directa de productos baratos desde plataformas como Shein o Temu, que aprovechaban la laguna legal para ingresar mercancía sin control.
Historias de afectados en el mundo
- En Tailandia, Brian West, un jubilado estadounidense, no pudo enviar por correo su solicitud para renovar su licencia de conducir en Nueva York. Su única opción es pagar hasta 50 dólares extra en mensajería privada.
- En Reino Unido, el escritor Adam Christopher, autor de Star Wars: Master of Evil, no pudo mandar ex libris firmados a su editorial en EE. UU. y ahora debe conducir una hora hasta una oficina de UPS.
- En México, Correos de México suspendió temporalmente los envíos a EE. UU. por la falta de claridad en la aplicación del nuevo impuesto, confirmó la presidenta Claudia Sheinbaum.
- En Filipinas, miles de familias que suelen mandar cajas con regalos a parientes en EE. UU. enfrentarán aranceles de entre 80 y 200 dólares, encareciendo tradiciones como los “balikbayan box”.
Impacto económico y social
Pequeños comerciantes también están en riesgo. En Manila, Giovanni Castro, dueño de una tienda de adaptadores para consolas y teclados, dijo que el 90% de sus ventas provienen de EE. UU.. Con los nuevos impuestos, teme que su negocio deje de ser rentable.
En Estados Unidos, negocios que dependen de importaciones de bajo costo ya reportan complicaciones. Tonya Kemp, dueña de una tienda de golosinas en Virginia, explicó que proveedores de Canadá y Europa pausaron sus pedidos hasta aclarar el nuevo sistema.
Una decisión con efectos globales
Aunque el gobierno estadounidense argumenta que la medida busca proteger a la industria local frente al ingreso de productos asiáticos, sus consecuencias se sienten mucho más allá de China. Desde documentos personales hasta dulces o libros, el envío de objetos cotidianos se volvió una tarea costosa y complicada.
Por ahora, no hay claridad sobre cuánto durarán las suspensiones ni si todos los países adoptarán medidas similares. Lo cierto es que enviar una carta o paquete a EE. UU. dejó de ser un trámite sencillo y se convirtió en un nuevo dolor de cabeza internacional.
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