El precio de las consultas médicas privadas en México se disparó 6.1% durante abril, marcando su mayor incremento en más de 21 años, según datos del Inegi. El alza responde a la creciente presión sobre el sistema de salud pública, incapaz de cubrir la demanda nacional de atención médica, advierten especialistas.
El encarecimiento se ha reflejado en servicios como atención general, control de peso, consultas durante el embarazo, e incluso en prácticas tradicionales como la atención con hueseros y curanderos. Tan solo la consulta médica durante el embarazo subió 6.7%.
Luis Fernando Hernández Lezama, presidente del Comité Técnico de la asociación civil Soy Paciente, señaló que el debilitamiento del sistema público, agudizado por la desaparición del Seguro Popular, la escasez de medicamentos, y el impacto de la pandemia, ha obligado a millones a buscar atención en consultorios privados.
“Es preocupante que la salud se vuelva un negocio”, advirtió, al explicar que la lógica del mercado está empujando los precios cada vez más cerca de los estándares internacionales.
El Inegi reporta también aumentos en hospitalización general (6%) y atención por parto (6.2%). Los medicamentos no se quedan atrás: tratamientos para diabetes subieron 7.5%, antiinflamatorios 7.2% y anticonceptivos 6.7%.
La encuesta Tendencias Médicas Globales 2024 de la consultora WTW revela que México tuvo una inflación médica del 13.3% en 2023, y se espera que llegue a 14.9% en 2025, debido al aumento en costos tecnológicos y farmacéuticos.
La salud en México, aseguran los expertos, enfrenta una doble amenaza: la falta de inversión en el sistema público y un mercado privado que sube precios ante la falta de alternativas asequibles.