En Culiacán, Sinaloa, miles de ciudadanos tomaron las calles de la avenida Álvaro Obregón para exigir paz, seguridad y la destitución del gobernador Rubén Rocha Moya. La manifestación, marcada por consignas contra la administración estatal, surge tras meses de creciente violencia debido a enfrentamientos entre facciones del cártel de Sinaloa que han dejado más de 700 asesinatos desde septiembre de 2024.
Este es el segundo evento masivo en menos de una semana. Días antes, profesores y familiares de los niños Gael y Alexander, asesinados en un ataque armado, también marcharon para exigir justicia. Durante la protesta más reciente, participantes colocaron carteles con mensajes como “narcoestado” y quemaron una piñata representando al gobernador. Algunos colectivos advirtieron que, si sus demandas no son atendidas, tomarán medidas más drásticas, como incendiar el Ayuntamiento, recordando disturbios similares de finales de los 80.
Mientras tanto, el secretario general de gobierno, Feliciano Castro, calificó el movimiento como un acto político, aunque aseguró que se respetarían las manifestaciones. Por otra parte, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado informó sobre la fuga de cuatro reos del penal de Angostura, lo que añade presión al panorama de inseguridad en la región.
El clima de violencia y la falta de respuestas concretas del gobierno han generado un ambiente de descontento generalizado en Sinaloa.