De los 6 a los 12 años: la “pubertad de los dientes flojos” que moldea quiénes somos

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Entre los 6 y los 12 años ocurre una transformación silenciosa pero profunda en el cerebro humano. Es la etapa conocida como “infancia intermedia”, un periodo olvidado por la ciencia durante mucho tiempo, pero que hoy comienza a ser reconocido como crucial para la formación de nuestra identidad, nuestras emociones y nuestras habilidades sociales.

Aunque no está impulsada por hormonas como la adolescencia, esta etapa se conoce en países de habla alemana como la wackelzahnpubertät o “pubertad de los dientes flojos”, debido al mal humor, la rebeldía y la confusión emocional que experimentan muchos niños.

Durante estos años, el cerebro se desarrolla a pasos agigantados:

  • Se fortalecen las capacidades de razonamiento lógico.
  • Aparece una mayor conciencia emocional y social.
  • Se desarrolla una “teoría de la mente” más compleja, que permite entender los sentimientos, pensamientos y perspectivas de los demás.

Además, los niños aprenden estrategias emocionales más avanzadas, como reinterpretar situaciones frustrantes, lo que les ayuda a controlar su enojo o tristeza. Pero con este crecimiento también llega una mayor autoconciencia, y con ella las primeras dudas sobre uno mismo: “¿Le caigo bien a los demás?”, “¿Qué piensan de mí?”

Las amistades recíprocas se vuelven más importantes, y el sentido de justicia comienza a florecer. Experimentos han demostrado que en esta edad, los niños empiezan a defender a quienes son excluidos o tratados con injusticia, marcando el inicio de una empatía más madura.

Para los adultos, acompañar este proceso con empatía y escucha activa es clave. Los expertos recomiendan usar conversaciones cotidianas para fomentar el pensamiento emocional: hablar de lo que sienten, explorar por qué alguien actuó de cierta forma, y guiar sin juzgar.

Aunque olvidada por mucho tiempo, esta etapa de la vida es el cimiento de la persona que cada niño llegará a ser. Entenderla es fundamental para ayudarles a crecer con seguridad, empatía y confianza.

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