Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 han comenzado, enfrentando a la actual vicepresidenta Kamala Harris y al expresidente Donald Trump en una reñida contienda. La apertura de las urnas y la participación masiva en el voto anticipado han marcado un ambiente de alta expectativa tanto para votantes como para los mercados financieros. La bolsa de Nueva York experimentó una apertura al alza, reflejando el clima de tensión y anticipación entre inversionistas, quienes prevén una jornada volátil hasta que se conozca el resultado.
Uno de los focos de atención es el estado de Georgia, donde más del 50% de los votantes emitieron su voto anticipadamente. La participación masiva en este estado “péndulo” sugiere que el conteo será rápido en cuanto cierren las urnas, permitiendo conocer resultados preliminares. Sin embargo, en otros estados clave como Pensilvania, Wisconsin y Michigan, el desenlace podría extenderse debido a la cerrada competencia entre ambos candidatos, lo cual podría postergar la definición de un ganador.
Además, el escrutinio de estas elecciones se da bajo un panorama de cautela en redes sociales y supervisión federal. La plataforma Meta extendió la prohibición de anuncios electorales para evitar confusión durante el conteo, mientras que observadores del Departamento de Justicia supervisan la integridad de las votaciones en diversos estados. Sin embargo, Texas y Missouri han impugnado esta medida, alegando interferencia federal en sus procesos electorales, lo que ha añadido otro elemento de tensión a esta jornada.