El próximo 13 de enero se conmemora el Día Mundial contra la Depresión, una jornada que busca visibilizar a las millones de personas que padecen este trastorno psicológico en todo el mundo. Según datos del Ministerio de Salud, la depresión afecta al 4,1% de la población, siendo más prevalente en mujeres (5,9%) que en hombres (2,3%). Esta cifra crece significativamente con la edad, alcanzando el 12% en mujeres y el 5% en hombres entre los 75 y 84 años.
La depresión no es simplemente estar triste o de mal humor; es un trastorno complejo que altera profundamente la forma de pensar, sentir y comportarse. Entre sus síntomas destacan la tristeza intensa, la pérdida de interés en actividades cotidianas, cambios en el apetito y el sueño, falta de energía y dificultades de concentración. En casos severos, pueden aparecer pensamientos relacionados con la muerte o el suicidio, lo que subraya la necesidad de un diagnóstico y tratamiento oportunos.
El desafío del diagnóstico en niños, niñas y adolescentes
La detección de la depresión en menores de edad es particularmente complicada. A menudo, los síntomas en este grupo no se manifiestan como una tristeza evidente, sino a través de irritabilidad, cambios de humor o comportamientos disruptivos. Además, la depresión puede presentarse junto con otros trastornos como la ansiedad o dificultades de aprendizaje, lo que enmascara aún más su identificación.
En este contexto, la escuela se convierte en un espacio crucial para la prevención y detección temprana. Organizaciones como Save the Children abogan por la inversión en formación especializada para el personal docente, con el fin de identificar signos de alerta y ofrecer un apoyo adecuado.
El papel de la familia en la prevención
La familia también juega un rol esencial en la salud mental de los niños y niñas. Proveer un entorno seguro basado en la comunicación, el respeto y la confianza es clave para el desarrollo emocional y psicológico. Aunque no es posible evitar que enfrenten situaciones difíciles, enseñarles a manejar sus emociones y a pedir ayuda son herramientas que pueden marcar una gran diferencia.
Save the Children ha desarrollado recursos como la guía “Cómo te ha ido el día”, que busca ayudar a padres y madres a abordar la salud mental de manera respetuosa y práctica, fomentando relaciones saludables y el bienestar emocional en los más jóvenes.
Un llamado a la acción
El Día Mundial contra la Depresión es un recordatorio de la importancia de tratar este trastorno como una prioridad de salud pública. La detección temprana, el acceso al tratamiento y la creación de entornos de apoyo son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
En palabras de Save the Children: “Cuidar de la salud mental de nuestros hijos e hijas es un reto, pero también una responsabilidad compartida que empieza en casa, sigue en la escuela y necesita del compromiso de toda la sociedad.”