La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad que el 1 de octubre de cada seis años sea considerado como día de descanso obligatorio, con motivo de la toma de posesión del nuevo titular del Poder Ejecutivo Federal. Esta reforma modifica la fracción VII del artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, que anteriormente marcaba el 1 de diciembre como día de asueto cuando se daba el relevo presidencial.
Con 398 votos a favor y ninguno en contra, los legisladores armonizaron la Ley Federal del Trabajo con el artículo 83 de la Constitución, que establece la fecha para la transmisión del poder. La modificación entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
¿Qué implica este cambio?
A partir de ahora, cada seis años, los mexicanos podrán disfrutar de un día de descanso oficial el 1 de octubre, cuando se realice la toma de protesta del presidente o presidenta electa. Esto significa que el próximo martes 1 de octubre será feriado, coincidiendo con la histórica investidura de Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México.
Para quienes deban trabajar ese día, la Ley Federal del Trabajo establece que deben recibir el pago doble de su salario habitual, además de su salario normal. Es decir, si un empleado gana 500 pesos diarios, deberá recibir 1,500 pesos en total por laborar en un día feriado oficial.
Impacto laboral y social
El cambio ha sido bien recibido por diversos sectores, ya que brinda certidumbre y armoniza la ley con la Constitución. Además, garantiza que los trabajadores puedan gozar de un día de descanso o, en su caso, recibir una compensación justa por sus servicios en un día tan relevante para el país.
La aprobación de esta reforma llega en un momento de importantes transformaciones políticas, marcando un precedente para futuros relevos presidenciales y estableciendo el 1 de octubre como una fecha simbólica en la historia de México.