El dolor crónico es un problema de salud pública que afecta de 25 a 29 por ciento de la población mundial; sin embargo, en México no existe información estadística que permita conocer el impacto del dolor crónico en la población general.1 No obstante, el alivio del dolor es un derecho universal de los seres humanos estipulado en la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidades desde el año 2000.2
Para Yao Díaz, paratleta en básquetbol adaptado en silla de ruedas, seleccionada nacional mexicana para los Juegos Centroamericanos Guatemala 2018 y Juegos Parapanamericanos Lima 2019, el dolor de miembro fantasma se presentó tras la reamputación.
“Era como si mi tobillo fuera forzado a estar doblado y torcido. Ello, me generó intenso dolor… también sentía un tipo de descargas eléctricas que empezaban del muslo hacia los dedos o el talón, podían una o dos y muy leves, pero en otras las descargas llegaban como en racimo. Tuve movimientos involuntarios de la pierna que al finalizar me dejaban un dolor muy profundo en toda la extremidad, pero especialmente en el muñón. En otras ocasiones, el dolor del miembro fantasma era una sensación de comezón que no podía aliviar y el malestar se incrementaba”.
Yao Díaz perdió parte de su pierna izquierda hace cinco años tras un atropellamiento. Pero lo más difícil no fue la amputación en sí, sino la persistencia de un dolor que no tenía “cuerpo”. Yao desarrolló dolor fantasma, un fenómeno poco visible y comprendido… rara vez atendido.
“No sabía del dolor fantasma sino antes de mi primera amputación, leí sobre ello y platiqué con una persona cercana que había sido amputada, sin embargo, no me había imaginado la manera en que se presenta y lo doloroso que llega a ser. La primera vez que lo sentí no comprendía cómo me sentía y cómo mi cuerpo me estaba diciendo que mi tobillo seguía ahí”, indica Yao Díaz, vocera de Ottobock México y es coautora del libro “Mujeres Dreams Boss, Mujeres Amputadas”.
Dolor fantasma, un susurro de los nervios tras la amputación
De acuerdo con el estudio: Phantom limb Syndrome: a Review “la sensación de miembro fantasma puede afectar a entre el 80-100 % de las personas que viven con una amputación; y entre 60-80% sienten dolor fantasma en el periodo postoperatorio temprano”.3
El síndrome del miembro fantasma se define como la percepción de diversas sensaciones en una extremidad amputada. Entre los malestares que la persona presenta están: movimientos tipo ‘brincos o movimientos espontáneos en el miembro, los cuales son interpretados en la médula espinal y en el cerebro, no así en el miembro porque este ya no existe, explica el algólogo y anestesiólogo Rubén Trejo Fuentes, miembro de la Asociación Mexicana para Estudio del Dolor.
Aunado a ello, “el síndrome de miembro fantasma incluye también depresión y ansiedad, es decir, que va acompañado de malestares más allá de los físicos”, destaca el experto.
Por su parte, “el dolor de miembro fantasma es la presencia de cualquier sensación anormal en el sitio donde estaba el miembro, con la condicionante de que debe ser una sensación desagradable como: presión, punzadas, ardor y, por puesto, dolor”, advierte Rubén Trejo Fuentes, médico adscrito al Hospital Médica Sur.
En numerosos casos, el dolor fantasma aparece en los primeros días o semanas posteriores a la amputación: entre el 85 % y el 98 % de los casos lo hace en las primeras tres semanas, aunque un 8% lo inicia entre el primer mes y hasta los 12 meses posteriores.
En México hay un subregistro de cuantas personas viven con dolor del miembro fantasma, debido a que el dolor fantasma no siempre se diagnóstica correctamente, los pacientes no lo reportan ni los médicos saben diferenciar el dolor residual del dolor del miembro fantasma.
Sin embargo, existe gran impacto en calidad de vida de los pacientes quienes presentan limitaciones funcionales, depresión, insomnio, incapacidad laboral o abandono del uso de prótesis por temor al dolor.
Así, “el tratamiento actual del dolor de miembro fantasma incluye terapia de rehabilitación con tratamiento sobre el muñón, así como la terapia en espejo. También se brindan medicamentos como antidepresivos, anticonvulsivos y otros que modulan la respuesta nerviosa; en algunos casos se realizan procedimientos intervencionistas en nervios periféricos, en médula espinal o en corteza cerebral. Y por supuesto, también debe brindarse apoyo psicológico”, precisa el experto en manejo del dolor.
Finalmente, “el manejo médico del dolor de miembro fantasma es un reto para el profesional de la salud porque enfrenta innumerables pérdidas en el paciente amputado, lo que implica que el médico debe considerar la cuestión médica, psicológica, emocional, social e incluso laboral”, concluye el algólogo Rubén Trejo Fuentes.