El Gobierno de Estados Unidos modificó el proceso de naturalización, ampliando la revisión del requisito de “buen carácter moral” en quienes soliciten la ciudadanía. A partir de ahora, los oficiales del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) harán un análisis más profundo que va más allá de no tener antecedentes penales.
Se evaluarán aspectos como el cumplimiento de impuestos, la estabilidad laboral, la participación comunitaria y la conducta social. Incluso acciones que no constituyan delitos podrían considerarse factores negativos si reflejan comportamientos contrarios a las normas sociales.
El memorando oficial establece que las decisiones se tomarán con base en la “preponderancia de la evidencia”, lo que da a las autoridades mayor margen de discreción. Expertos advierten que esta medida podría dificultar el acceso a la ciudadanía estadounidense para miles de inmigrantes.