El gobierno de Donald Trump suspendió temporalmente las entrevistas para la obtención de visas F, M y J, las cuales son necesarias para estudiantes y participantes en programas de intercambio académico. Esta decisión fue comunicada por medio de un cable oficial firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio, dirigido a todas las embajadas y consulados.
La instrucción detalla que no deben programarse nuevas entrevistas hasta nuevo aviso, mientras se considera implementar una revisión de redes sociales como parte obligatoria del proceso de solicitud. Esta posible exigencia representaría un cambio radical en la política migratoria estudiantil de Estados Unidos.
El cable indica que la suspensión podría ser temporal, ya que se esperan nuevas directrices en los próximos días. Sin embargo, la falta de claridad sobre qué publicaciones o interacciones en redes sociales podrían provocar el rechazo de una visa ha causado preocupación entre funcionarios del Departamento de Estado, quienes —según medios estadounidenses— han expresado inquietud por la ambigüedad de la medida.
Universidades de élite, entre las más afectadas
La suspensión amenaza con impactar el flujo de estudiantes internacionales, un sector clave para las universidades estadounidenses, especialmente aquellas de alto prestigio como Harvard, Princeton o Yale, que dependen de este sector para ingresos y diversidad académica.
Durante una audiencia en el Senado, Rubio afirmó que miles de visas han sido revocadas desde enero, muchas de ellas por presunta participación en protestas pro-Palestina, que la administración ha relacionado con actos de antisemitismo, una acusación que varios afectados han negado.
Posible vigilancia digital a estudiantes
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, no confirmó la autenticidad del cable pero dijo que se trata de “proteger al país” y verificar que los visitantes internacionales “entiendan la ley y no tengan intenciones criminales”.
Aunque no se han detallado los criterios de análisis de redes sociales, expertos advierten que la medida podría ser discrecional y arbitraria, abriendo la puerta a discriminación ideológica y una reducción dramática en las solicitudes de ingreso académico a EE. UU.
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