El gobierno de Estados Unidos ha expresado preocupación ante la posibilidad de que Israel inicie una ofensiva militar en Líbano, tras las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien señaló un cambio en el enfoque militar hacia el norte de Israel. Esta posible incursión militar en Líbano podría intensificar la ya volátil situación en Medio Oriente, donde las tensiones entre Israel e Irán se mantienen en una constante confrontación indirecta.
Washington teme que una escalada hacia Líbano no solo intensifique la guerra en la región, sino que también favorezca políticamente a Donald Trump, quien apoya incondicionalmente a Israel y adopta una postura dura contra Irán. La administración de Joe Biden busca evitar una guerra regional antes de las elecciones en EE. UU., pero ve con preocupación que las fuerzas israelíes ya se estén preparando para una mayor movilización.
Mientras Israel se enfrenta a la presión de sus propios ciudadanos por garantizar la seguridad en las zonas fronterizas del norte, su conflicto con Hamas en Gaza continúa, y las tensiones con Hizbulá, respaldada por Irán, aumentan. Aunque debilitada, esta milicia cuenta con una retaguardia importante en Líbano, Siria e Irak, y mantiene una capacidad militar considerable con miles de misiles que podrían impactar en todo Israel.
A pesar de los intentos de mediación por parte de EE. UU., encabezados por el enviado especial Amos Hochstein, el gobierno de Biden sospecha que Israel está utilizando las negociaciones diplomáticas como una táctica para ganar tiempo, mientras sigue expandiendo el conflicto hacia nuevos frentes.