Ciudad de México.— Aunque el agua mineral es vista como una alternativa refrescante y saludable, expertos en nutrición advierten que su consumo puede resultar perjudicial para personas con ciertas afecciones digestivas, como la hiperclorhidria (exceso de ácido en el estómago) y el reflujo gastroesofágico.
De acuerdo con la Academia Española de Nutrición y Dietética, el gas de estas bebidas puede relajar el esfínter esofágico inferior, facilitando el retorno del ácido gástrico hacia el esófago, lo que agrava síntomas como acidez y ardor. Además, la carbonatación puede distender el estómago e incrementar la producción de ácido, generando molestias como dolor y pesadez.
La institución recomienda a quienes padecen estas condiciones evitar el agua con gas, especialmente si contiene saborizantes cítricos o aditivos artificiales, y optar por agua natural o infusiones suaves. También sugiere evitar acostarse después de comer, reducir las grasas en la dieta y moderar las porciones.
Si bien el agua mineral aporta minerales como sodio, calcio y magnesio, no es adecuada para todos. La hidratación debe ser personalizada y supervisada por profesionales de la salud en casos de enfermedades digestivas.
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