El cáncer crece entre los millennials: un fenómeno ligado al estilo de vida moderno

Morena y aliados aprueban el Presupuesto 2026 sin apoyo de la oposición

Los trastornos mentales que nunca existieron: cuando la ciencia sirvió al poder

Dark Light
Dieta, estrés, alcohol y falta de sueño, entre los principales factores. #Cáncer #SaludMillennial #Prevención #OMS #Bienestar

Los nacidos entre 1981 y 1995 —conocidos como generación millennial— enfrentan un preocupante aumento en la incidencia de cáncer a edades tempranas. De acuerdo con un estudio internacional, entre 1990 y 2019 los casos de cáncer de inicio temprano en personas menores de 50 años aumentaron 79% en el mundo, mientras que la mortalidad subió 28%.

Especialistas señalan que la causa no es genética en la mayoría de los casos: ocho de cada diez cánceres se deben a factores ambientales y de estilo de vida, como la alimentación, la falta de sueño, el estrés crónico o la exposición a sustancias tóxicas.

Alimentación y obesidad infantil, los primeros detonantes

La obesidad y el consumo de alimentos ultraprocesados son dos de los principales factores que explican esta tendencia. Según la OMS, más de 390 millones de niños y adolescentes viven con sobrepeso u obesidad. Estos problemas, iniciados en la infancia, elevan décadas después el riesgo de cáncer colorrectal, de mama o de endometrio.

Las dietas ricas en azúcares y grasas alteran la microbiota intestinal, reduciendo la diversidad bacteriana y favoreciendo procesos inflamatorios. Esta condición se asocia con enfermedades digestivas y un mayor riesgo de mutaciones celulares.

Alcohol, sueño y estrés: el cóctel de riesgo millennial

El consumo excesivo de alcohol en reuniones sociales es otro factor de riesgo. Aunque durante años se creyó que una copa de vino era saludable, hoy se sabe que no existe una cantidad segura de alcohol. La IARC lo clasifica como un carcinógeno del grupo 1, al igual que el tabaco.

A esto se suma el déficit de sueño: los millennials duermen en promedio 30 a 45 minutos menos que generaciones anteriores. La luz de las pantallas afecta la producción de melatonina, hormona que protege las células del daño oxidativo.

Por otra parte, los niveles de estrés crónico en esta generación son más altos que nunca. La exposición constante a cortisol debilita el sistema inmunológico y fomenta la inflamación, creando condiciones propicias para el desarrollo de tumores.

Automedicación y efectos colaterales

El uso frecuente de fármacos sin supervisión médica —desde analgésicos hasta anticonceptivos y antiácidos— también puede tener consecuencias. Estudios vinculan el abuso del paracetamol con daño hepático, y el uso prolongado de antibióticos o antiácidos con un mayor riesgo de cáncer digestivo.

Las proyecciones estiman que los casos de cáncer aumentarán de 20 millones en 2022 a 35 millones en 2050, un incremento global del 77%. Los más comunes entre los jóvenes son los digestivos y ginecológicos.

Sin embargo, los expertos subrayan que gran parte de estos riesgos pueden prevenirse. Adoptar una dieta equilibrada, reducir el consumo de alcohol, dormir adecuadamente y manejar el estrés son acciones simples pero efectivas para disminuir la incidencia del cáncer en las próximas décadas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts