“La magia del barco está en la raíz de la Fundación”, afirma el Capitán de Altura de la Marina Mercante de México, Jefferson Marín, al hablar del proyecto que hoy da vida al Museo Flotante Beauport, una propuesta cultural única en la bahía de Acapulco que combina historia naval, turismo y convivencia familiar.
Marín, con una trayectoria consolidada en la navegación, explica que su pasión por los barcos no se limita al ejercicio profesional, sino que encuentra sentido en la posibilidad de compartir con su familia la experiencia marítima, convirtiendo cada recorrido en un puente entre la tradición marinera y el disfrute de la comunidad.
El Beauport es un megayate rompehielos construido en 1960 para las aguas gélidas de Canadá y que formó parte de la guardia costera de aquel país. Hoy, transformado en museo, se encuentra fondeado en la bahía de Acapulco, ofreciendo al público un recorrido histórico que acerca a los visitantes al mundo marítimo y a la memoria naval internacional.
Una experiencia cultural en alta mar
El acceso se realiza desde la Terminal Marítima ASIPONA, entrada 2B (Aduana), donde un tender traslada a los visitantes hacia la zona de fondeo del barco.
Durante la visita, el público puede conocer:
El Puente de Mando, donde el capitán dirigía la embarcación.
Las cubiertas exteriores, que ofrecen vistas privilegiadas de la bahía.
Las zonas de tripulación, con la vida cotidiana de los marineros.
El corazón del barco, donde se revela la potencia de este4 rompehielos en sus antiguas misiones.
Los recorridos guiados están disponibles de martes a domingo en horarios de 9:00 a.m., 11:00 a.m. y 1:00 p.m. El costo de acceso es de $380 pesos para el público general, y $280 para estudiantes e INAPAM con credencial vigente, mientras que los niños menores de cuatro años entran gratis.
Un museo que navega en la memoria
Para el Capitán Jefferson Marín, el Beauport no es solo un museo, sino un espacio vivo que rescata historias, fomenta la cultura marítima y conecta a las nuevas generaciones con la importancia de la navegación.
“Vivir el mar a través de este barco es entender que cada rincón guarda una enseñanza. El Beauport está aquí para compartirlas”, concluye.