Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad Federal de San Pablo (UNIFESP) y la Universidad de San Pablo (USP) sugiere que un simple hábito diario podría convertirse en una de las herramientas más efectivas para prevenir o retrasar el Alzheimer: el ejercicio de resistencia.
Publicado en la revista Frontiers in Neuroscience, el estudio demostró que cuatro semanas de entrenamiento con pesasbastaron para revertir alteraciones asociadas a la enfermedad en modelos experimentales. Los científicos destacaron que este tipo de actividad es accesible, adaptable y muy útil para personas mayores o con movilidad limitada.
Además de mejorar la fuerza y el equilibrio, este ejercicio mostró efectos antiinflamatorios, reducción de proteínas tóxicas (como las placas beta-amiloide) y normalización de hormonas del estrés, factores clave en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
Expertos como la doctora Beatriz Monteiro Longo, el doctor Gustavo Sevlever y el doctor Guido Dorman coinciden en que los beneficios observados en laboratorio coinciden con resultados en humanos, lo que refuerza el papel del ejercicio como una herramienta neuroprotectora natural.
Este hallazgo ofrece una nueva esperanza en la lucha contra el Alzheimer, posicionando al entrenamiento de resistencia no solo como una actividad física, sino como una forma efectiva de preservar la salud mental y mejorar la calidad de vida.
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