Un estudio realizado por las Universidades de Jyväskylä y Finlandia Oriental reveló que el uso excesivo de dispositivos móviles es el principal factor que contribuye a la ansiedad, estrés y trastornos del sueño entre adolescentes. A diferencia de otras pantallas como las de televisión o computadoras, el teléfono móvil provoca una interacción continua que puede deteriorar la salud mental de forma más marcada.
La investigación encontró que cuanto más tiempo pasan los jóvenes frente al celular, más empeoran sus niveles de bienestar emocional, vinculándose con síntomas depresivos y dificultades para dormir. Esto se debe a que el celular requiere atención constante, creando un círculo de interacción que puede afectar la autoestima y generar estrés.
El doctor Eero Haapala, uno de los investigadores, subrayó que las recomendaciones internacionales sugieren limitar el uso recreativo de pantallas a dos horas diarias, aunque considera que incluso esa cifra es elevada. “La exposición prolongada puede reducir la calidad del sueño y limitar las interacciones sociales”, explicó.
Los expertos destacaron que la actividad física es el mejor antídoto contra los efectos negativos de la tecnología. Los adolescentes que practican ejercicio regularmente muestran menores niveles de estrés y depresión. Haapala hizo un llamado a padres y educadores a fomentar hábitos saludables, especialmente equilibrar el uso del celular con el deporte y la convivencia social.
Además, el estudio señaló que las redes sociales agravan la ansiedad, ya que los adolescentes no solo consumen contenido, sino que también participan activamente, sintiendo la presión de estar siempre al tanto, lo que incrementa la tensión emocional.