El huracán Melissa se intensificó este lunes hasta alcanzar la categoría 5, con vientos de 260 kilómetros por hora, mientras avanza lentamente hacia Jamaica y el Caribe, donde las autoridades han emitido alertas por inundaciones y deslizamientos de tierra potencialmente catastróficos.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) advirtió que el lento desplazamiento del ciclón —de apenas 5 km/h— podría provocar que las zonas afectadas enfrenten condiciones extremas durante varios días consecutivos. En algunos lugares, se esperan lluvias de hasta un metro de acumulación.
Melissa ya ha dejado al menos cuatro muertos en Haití y República Dominicana, donde se reportaron deslaves, corrientes arrasadoras y severos daños materiales. En Jamaica, las autoridades ordenaron evacuaciones obligatorias, el cierre de aeropuertos y puertos marítimos, y la habilitación de refugios para la población.
El gobierno jamaicano pidió a los ciudadanos “no salir después del atardecer”, mientras el ministro Desmond McKenzie advirtió que se trata de “una apuesta que no se puede ganar”. Meteorólogos comparan la amenaza de Melissa con el devastador huracán Gilbert de 1988, que cobró cientos de vidas en el Caribe y México.
Tras su paso por Jamaica, se prevé que Melissa impacte el este de Cuba durante la noche del martes, continuando su trayectoria con lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas de hasta 4 metros y cortes prolongados de energía.