La temporada 3 de El Juego del Calamar llegó con más violencia, tensión psicológica y giros inesperados que nunca. Lejos de repetir fórmulas, los nuevos episodios llevan al límite a los participantes, quienes no solo enfrentan juegos mortales, sino también traiciones y deseos de venganza tras los eventos de la segunda temporada.
Entre los juegos más crueles está “Escondidillas con llaves y cuchillos”, donde los jugadores deben asesinar a sus compañeros para sobrevivir. Divididos por colores, unos se esconden y otros atacan. Las emociones se intensifican al enfrentar familiares o aliados.
También destaca una versión letal del juego de “saltar la cuerda”, con cuchillas giratorias sobre un abismo. Y para cerrar, el clásico “Juego del Calamar” exige que los jugadores se eliminen entre ellos en un sistema de edificios interconectados.
Esta entrega consolida a la serie como una de las más brutales y adictivas de Netflix.