Una ofensiva sin precedentes lanzada por Israel contra Irán el pasado 13 de junio ha desencadenado una respuesta militar masiva del régimen iraní, con más de 150 misiles y drones lanzados contra ciudades israelíes como Tel Aviv y Jerusalén. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, interrumpió abruptamente su participación en la cumbre del G7 y advirtió a Irán: “No tendrán arma nuclear”. La tensión escala rápidamente y el riesgo de una guerra regional –o algo peor– crece por horas.
El ataque sorpresa de Israel
Israel desplegó más de 200 aviones de combate en cinco oleadas para atacar casi 100 objetivos estratégicos dentro de Irán. Se centraron en centrales nucleares, bases militares y centros de mando, dejando daños importantes en ciudades clave como Teherán, Esfahán y Tabriz. El primer ministro Benjamin Netanyahu justificó la ofensiva como un acto de defensa ante lo que llamó “la amenaza nuclear inminente” de Irán.
La reacción fulminante de Teherán
Irán no tardó en responder. En menos de 48 horas, lanzó una ofensiva con decenas de misiles balísticos y más de un centenar de drones hacia territorio israelí. Tel Aviv y Jerusalén sufrieron múltiples impactos y se reportaron al menos 24 muertos y más de 500 heridos. El gobierno iraní declaró estado de emergencia y bloqueó el acceso a la información nacional mientras mostraba imágenes del daño causado en Israel.
Trump toma el control
Donald Trump regresó anticipadamente del G7 para coordinar la respuesta de Estados Unidos. Exigió la evacuación inmediata de ciudadanos estadounidenses en Teherán y aseguró que, si Irán amenaza a intereses norteamericanos, la represalia será “como nunca antes se ha visto”. También se baraja el envío de armas especializadas, incluyendo bombas perforantes.
El mundo reacciona
Las potencias europeas y Japón han pedido contención. Rusia respalda el derecho de Irán a defenderse, mientras que China instó a la calma. La ONU convocó a una reunión de emergencia. Mientras tanto, los mercados colapsan, el precio del petróleo se dispara y los corredores humanitarios están bajo amenaza.
¿Comienza una guerra global?
Con Estados Unidos, Israel e Irán en el centro de una confrontación directa, y el mundo dividido en sus posturas, el conflicto amenaza con convertirse en una guerra abierta en Medio Oriente, con consecuencias globales. Si no se logra un alto al fuego pronto, la historia podría estar por repetirse… o superarse.