El pan, muchas veces eliminado en dietas para perder peso, no es tan dañino como se piensa. Especialistas, como Fabián Cuenca de la Universidad del País Vasco, desmienten su mala reputación, destacando que enfermedades como diabetes e hipertensión son resultado de factores multifactoriales, no del consumo de pan en sí.
Beneficios del pan en una dieta equilibrada
El pan integral es una fuente importante de fibra, vitaminas y minerales, contribuyendo a reducir riesgos de enfermedades cardiovasculares y mejorando la digestión. A diferencia del pan blanco, el integral estabiliza los niveles de glucosa en sangre gracias a su contenido de carbohidratos complejos y fibra, evitando picos de azúcar.
Gluten y otros mitos
Aunque el gluten ha sido señalado como nocivo, más del 90% de la población puede consumirlo sin problemas, salvo quienes tienen enfermedad celíaca. Productos “sin gluten” suelen ser menos nutritivos y más procesados.
Consumo ideal
Harvard recomienda limitar el pan blanco a dos rebanadas diarias y consumir el integral con moderación. La OMS sugiere hasta 250 gramos diarios en una dieta balanceada, llegando a 400 gramos para personas con alta actividad física.
¿Qué evitar?
Es importante elegir panes sin azúcares añadidos ni grasas saturadas, y priorizar aquellos elaborados con ingredientes de calidad, como aceites vegetales saludables.