El Papa Francisco reveló que dos atentados en su contra fueron frustrados durante su histórico viaje a Iraq en 2021. Según relata en su autobiografía “Esperanza”, que saldrá a la venta en 2025, los servicios de seguridad británicos le advirtieron sobre una joven terrorista suicida y una furgoneta cargada de explosivos que se dirigían a Mosul, donde tenía programadas actividades.
“Cuando pregunté a la Gendarmería vaticana qué había sucedido con los terroristas, me respondieron: ‘Ya no están allí’. La policía iraquí los había interceptado y detonado”, relata el pontífice, calificando estos eventos como “frutos envenenados de la guerra”.
A pesar de los riesgos, el Papa decidió mantener su visita, la primera de un pontífice a Iraq, destacando su compromiso con la comunidad cristiana más antigua del mundo. El viaje también ocurrió en plena pandemia, aumentando los desafíos logísticos y de seguridad.
Esta revelación subraya la vulnerabilidad del líder religioso en zonas de conflicto y su determinación de visitar lugares simbólicos para la fe cristiana, incluso bajo amenazas extremas.