El son cubano fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, un reconocimiento que le otorga estatus universal a uno de los géneros musicales más representativos de Cuba y de América Latina. La decisión fue tomada por el Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial durante su sesión celebrada en Nueva Delhi, India.
De acuerdo con la Unesco, el son cubano es un pilar histórico de la música tradicional bailable de la isla, con más de 100 años de historia y mestizaje cultural. En su candidatura se destacó su riqueza rítmica y musical, resultado de la mezcla de tradiciones africanas y europeas, así como su papel en la construcción de la memoria colectiva y la identidad nacional cubana.
La presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, Sonia Virgen Pérez, celebró la declaratoria y señaló que este reconocimiento honra la creatividad y vitalidad de las comunidades que mantienen vivo al son cubano, incluso en un contexto social y económico complejo para el país. Subrayó que se trata de un logro cultural de gran significado para la nación.
El son cubano surgió en el siglo XIX en el oriente de la isla, principalmente en comunidades afrodescendientes de Holguín y Santiago de Cuba, y posteriormente se consolidó en La Habana a principios del siglo XX. Combina elementos españoles como la guitarra, las letras y la estructura musical, con ritmos africanos basados en la percusión, el canto responsorial y los patrones rítmicos complejos.
Este género utiliza instrumentos como el tres, el bongó, la marímbula, el contrabajo, las maracas y, en etapas más modernas, la trompeta. El son cubano es considerado la base de otros géneros populares como la salsa, el mambo, el chachachá y el son montuno, lo que refuerza su impacto en la música latinoamericana y su relevancia cultural a nivel mundial.