A pesar de las pérdidas millonarias registradas por el Tren Maya, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este miércoles que el megaproyecto ferroviario “fue diseñado para ser rentable”, aunque reconoció que esa rentabilidad solo se alcanzará con el tren de carga y la flota completa de convoyes en operación.
De acuerdo con datos obtenidos por El Financiero, el Tren Maya reportó en 2023 una pérdida operativa de más de 2 mil 500 millones de pesos, equivalente a 7 millones diarios. Además, en el primer trimestre de 2024, los subsidios superaron 25 veces los ingresos generados, confirmó el director de la paraestatal, Óscar David Lozano.
La presidenta explicó que el modelo financiero prevé estas pérdidas en los primeros años, ya que actualmente solo está en marcha el tren de pasajeros y solo el 55% de la flota ha sido entregada. El equilibrio financiero, según el plan de negocios, se alcanzaría hasta 2030, una vez que entre en operación el tren de carga, considerado clave para la viabilidad económica del proyecto.
Sin embargo, el propio Lozano advirtió en mayo que el servicio de pasajeros por sí solo nunca será rentable, incluso operando a su máxima capacidad. A esto se suman los retos logísticos: 15 de las 34 estaciones presentan problemas de conectividad, por lo que se han tenido que habilitar autobuses adicionales con costo para trasladar a los pasajeros a sus destinos finales.
Hasta el primer semestre de 2025, el Tren Maya ha movilizado poco más de 600 mil pasajeros, concentrados principalmente en la ruta Mérida–Playa del Carmen. Se espera que el año cierre con 1.2 millones de usuarios.