Empresa ofrece hasta 200 mil dólares por ceder tu imagen y voz a robots

El son cubano es declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Rescatan 65 perros en rastro clandestino en Oaxaca; hay un detenido

Dark Light
Promete mucho dinero, pero también deja varias dudas. Aquí te contamos de qué se trata y qué riesgos implica.

Una empresa de robótica ofrece hasta 200 mil dólares a personas dispuestas a ceder su imagen y su voz para el desarrollo de robots humanoides. Se trata de Promobot, una compañía conocida por fabricar androides de atención al público, que busca rostros “amigables” para integrarlos en sus futuros modelos comerciales.

De acuerdo con la oferta, el acuerdo consiste en que la empresa pueda usar de manera permanente el rostro y la voz del participante para crear robots que trabajarán en hoteles, centros comerciales y espacios con alta afluencia de personas. A cambio, la persona seleccionada recibiría un pago único de 200 mil dólares.

Promobot señala que busca candidatos mayores de 25 años, sin importar género o raza, aunque aclara que deben proyectar una apariencia simpática y cercana. El objetivo es evitar problemas legales relacionados con el uso de imagen, como el que enfrentó la empresa en el pasado, cuando fue demandada por Arnold Schwarzenegger tras crear un robot con un rostro similar al del actor.

La compañía afirma que sus robots ya operan en lugares como Walmart, el aeropuerto de Baltimore-Washington y el Dubai Mall, donde el reconocimiento facial forma parte de la experiencia de atención al público. Por ello, aseguran que se trata de un proyecto a gran escala con clientes que requieren este tipo de tecnología a corto plazo.

Sin embargo, la propuesta ha generado dudas. Aunque Promobot dice haber sido fundada en Filadelfia, su sede se encuentra en Rusia, y no ha detallado con claridad cómo ni en qué contextos se utilizaría la imagen de la persona seleccionada. Tampoco se ha especificado si el participante será informado sobre los usos futuros de su rostro y voz.

La oferta resulta atractiva por la cantidad de dinero involucrada, pero también plantea interrogantes legales y éticas. Aceptar podría significar encontrarse con un robot idéntico a uno mismo en un aeropuerto o centro comercial, una idea tan lucrativa como inquietante.

Foto de tommao wang en Unsplash

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Posts