Es común escuchar que “la gente no cambia” cuando alguien muestra un comportamiento cuestionable de manera constante. Pero, ¿es verdad que las personas no cambian jamás? La psicología y las neurociencias nos ofrecen una perspectiva diferente.
La posibilidad de cambio
Se cree que nuestra personalidad está profundamente arraigada y es inmutable, formada por experiencias vividas. Sin embargo, aunque nuestros patrones de comportamiento, pensamientos y emociones son estables, no son estáticos. La personalidad se desarrolla desde el nacimiento hasta aproximadamente los 7 u 8 años y está influenciada por el entorno físico, social y cultural.
Lo que demuestra la neurociencia
Las neurociencias confirman que las personas pueden cambiar, gracias a la neuroplasticidad, que permite al cerebro formar nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida. Esto es fundamental para el aprendizaje, la recuperación de lesiones cerebrales y el cambio en personalidad y comportamientos. Estudios longitudinales muestran que las personas experimentan cambios significativos en características de personalidad a lo largo de la vida.
¿Y qué hay del temperamento?
El temperamento es en gran medida heredado y se refiere a los aspectos biológicos de nuestra personalidad, evidentes desde las primeras semanas de vida y relativamente estables con el tiempo. Incluye características como la sensibilidad, reactividad emocional y capacidad de atención y autocontrol.
El cambio no se da solo
El cambio no ocurre espontáneamente; requiere una motivación interna significativa y consciente. Es necesario reconocer la ineficacia de ciertos comportamientos y desear modelar nuevas formas de actuar.
Factores que influyen en el cambio
La capacidad de cambio está influenciada por aspectos genéticos, la crianza y experiencias vividas, pero estos no nos condenan a ser siempre los mismos. La disposición para enfrentar desafíos y tomar acciones concretas es crucial.
La motivación, esencial para cambiar
La motivación es fundamental para el cambio. Las posibilidades de transformación son infinitas con motivos potentes y auténticos. La psicoterapia profesional puede ser de gran ayuda.
Conclusión
El cambio es posible, aunque no siempre fácil. Con el apoyo adecuado y una fuerte motivación, las personas pueden cambiar, si lo desean.
Foto: priscilla-du-preez