Cada 12 de diciembre, miles de personas llegan a la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe, un símbolo de fe y cultura profundamente arraigado en México. Sin embargo, detrás de esta figura emblemática existe una controvertida historia relacionada con los derechos de propiedad intelectual.
En 2002, Wu You Lin, un empresario de origen chino, registró los derechos de la imagen ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), argumentando que no tenía un propietario oficial. Por una cuota de apenas 2,112 pesos mexicanos, adquirió el control legal del uso comercial de la imagen, incluyendo productos y actividades religiosas, lo que generó controversia entre los fieles.
Al año siguiente, la Basílica de Guadalupe intervino para recuperar los derechos, comprándolos y transfiriéndolos a otra persona. Desde entonces, los derechos de autor han pasado por varias manos hasta que finalmente caducaron en 2012. Actualmente, la imagen carece de un propietario legalmente registrado, aunque sigue siendo objeto de reclamos y disputas legales.
Una imagen de fe y ciencia
Además de las cuestiones legales, la imagen ha sido analizada científicamente durante años. Recientemente, un grupo llamado Anahuac Enciclopedy utilizó Inteligencia Artificial para recrear el rostro de la Virgen de Guadalupe, ofreciendo una representación más detallada y realista de cómo luciría en términos humanos. Aunque este análisis no altera su valor simbólico, aporta una perspectiva diferente sobre su origen artístico y cultural.
Un ícono más allá de la ley
La Virgen de Guadalupe sigue siendo un símbolo de unidad para millones de mexicanos y creyentes en el mundo. La historia de los derechos sobre su imagen resalta las tensiones entre las tradiciones ancestrales y las complejidades modernas del comercio y la propiedad intelectual. Pese a ello, su significado espiritual y cultural permanece intacto, recordando que su verdadero valor trasciende cualquier documento legal.
Foto de Edgar Henríquez, LC en Unsplash