Un informe de Alix Partners prevé que para 2030, uno de cada tres coches eléctricos en el mundo será de origen chino.
A pesar de los esfuerzos de gigantes como Volkswagen, Stellantis y Daimler, los fabricantes chinos están revolucionando la industria con una estrategia centrada en costos bajos y rapidez en el desarrollo de nuevos modelos.
China dominará el 33% del mercado global de eléctricos, con una fuerte presencia en su propio mercado y exportaciones en aumento.
Esta transformación pone en evidencia la creciente desventaja de las marcas occidentales que enfrentan el reto de adaptarse o quedarse atrás.