El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha intensificado su ofensiva contra el narcotráfico al ofrecer 10 millones de dólares por cada uno de los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar. Ambos son señalados como líderes de “Los Chapitos”, una violenta facción del Cártel de Sinaloa responsable del tráfico de fentanilo y otros delitos.
El Departamento del Tesoro emitió sanciones contra una red de empresas ligadas al grupo criminal en Mazatlán, Sinaloa, donde se acusa a Los Chapitos de operar negocios para lavar dinero producto del narcotráfico, secuestro, extorsión y asesinato. El documento también responsabiliza a Iván Archivaldo de haber desatado una ola de violencia tanto en México como en Estados Unidos, y a Jesús Alfredo de actuar como su teniente, incluso participando en actos de tortura.
Además, las autoridades estadounidenses implicaron a Víctor Manuel Barraza Pablos como jefe de plaza en Mazatlán, y a José Raúl Núñez Ríos, empresario que habría financiado al grupo y lavado dinero a través de proyectos inmobiliarios, turísticos y de construcción. Su esposa, Sheila Paola Urias Vázquez, también fue señalada por participar como prestanombres de diversos negocios, entre ellos un spa y tiendas de ropa.
El Departamento del Tesoro anunció el bloqueo de todas las propiedades en Estados Unidos ligadas a las empresas de Núñez y Urias. “Estamos ejecutando el mandato del presidente Trump de eliminar a los cárteles y enfrentar a líderes violentos como los hijos de El Chapo”, declaró Scott Bessent, titular del Tesoro estadounidense.