Fallece José Mujica, referente de la izquierda latinoamericana, a los 89 años

Evelyn Salgado cumple con su declaración patrimonial y llama a servidores públicos a hacer lo mismo

Acusan por narcoterrorismo a líderes del CDS en Estados Unidos

Dark Light
“El guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo antes de partir. #PepeMujica #Uruguay #QEPD #FrenteAmplio #Latinoamérica #LiderazgoConValores

José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y figura emblemática de la izquierda en América Latina, falleció este martes a los 89 años, víctima del cáncer de esófago que padecía desde mayo de 2024. El actual mandatario uruguayo, Yamandú Orsi, confirmó la noticia y expresó en redes sociales: “Te vamos a extrañar mucho, viejo querido”.

Conocido mundialmente como “el presidente más pobre del mundo” por su estilo de vida austero y su discurso anticonsumista, Mujica fue un exguerrillero tupamaro que, tras pasar 13 años encarcelado en condiciones inhumanas, se transformó en jefe de Estado entre 2010 y 2015. Gobernó desde su modesta chacra en la periferia de Montevideo, donde recibía desde jefes de Estado hasta artistas como Emir Kusturica, quien dirigió un documental sobre su vida.

Durante su mandato, Mujica impulsó reformas progresistas que colocaron a Uruguay en el foco mundial, como la legalización del mercado de la marihuana, la aprobación del matrimonio igualitario y la decisión de acoger presos de Guantánamo. Famoso por hablar sin rodeos, sus discursos en la ONU contra el consumismo y su crítica abierta al poder económico le valieron admiración internacional.

En enero pasado, el propio Mujica anunció públicamente que “ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo”. La enfermedad se había extendido al hígado y su cuerpo ya no respondía al tratamiento.

A pesar de su condición, tuvo un rol crucial en la campaña que llevó nuevamente al Frente Amplio al poder en las elecciones de 2024. “Tiene algo de grato sabor, un poco como premio de despedida”, comentó tras el triunfo de Orsi, su delfín político.

Su historia comenzó en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana activa en los años 60. Fue capturado y pasó más de una década en prisión, en condiciones extremas. Tras el retorno a la democracia en 1985, Mujica fundó el Movimiento de Participación Popular, dentro del Frente Amplio, y se convirtió en diputado, luego senador, ministro y finalmente presidente.

A lo largo de su vida política, nunca renunció a sus convicciones. Tampoco a su estilo directo y sencillo. Vivía en su chacra con su esposa Lucía Topolansky —también exguerrillera y exvicepresidenta—, cultivando flores y dando entrevistas entre libros, gallinas y su célebre escarabajo Volkswagen.

“Haber encontrado a Lucía fue el mayor acierto”, dijo Mujica a la AFP poco antes de morir. Sin ella, aseguró, “hubiera sido muy difícil sobrevivir”.

Hoy América Latina despide a una figura irrepetible: un líder que rechazó el poder por el poder, y que eligió vivir —como decía— “con lo justo, para ser rico en tiempo, no en cosas”.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *