El presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Russell M. Nelson, murió el sábado 27 de septiembre poco después de las 10 de la noche en su hogar en Salt Lake City. Con 101 años de edad, se convirtió en el líder de mayor longevidad en la historia de esta organización religiosa.
Nelson fue nombrado apóstol en 1984 y asumió como presidente de la Iglesia el 14 de enero de 2018. Su liderazgo será recordado por un ministerio de alcance global, con visitas a 32 países y territorios, así como por el impulso sin precedentes en la construcción de templos, al anunciar 200 nuevas edificaciones. También encabezó reformas profundas destinadas a centrar aún más las prácticas de la Iglesia en la figura de Jesucristo.
Antes de su servicio eclesiástico de tiempo completo, Nelson destacó como uno de los cardiocirujanos más reconocidos de su generación. En 1955 realizó la primera cirugía a corazón abierto en Utah y presidió varias asociaciones médicas nacionales en Estados Unidos. Además, escribió capítulos en manuales especializados y dominaba 11 idiomas.
“Todos los que hemos trabajado con Russell M. Nelson nos hemos maravillado de su extraordinaria modestia, pese a sus grandes logros”, expresó Dallin H. Oaks, quien fue su consejero en la Primera Presidencia.
El líder religioso deja un legado de fe y servicio. Le sobreviven su esposa, Wendy, ocho de sus diez hijos, 57 nietos y más de 167 bisnietos.