Una ola de ataques contra instituciones penitenciarias en Francia ha encendido las alarmas de las autoridades. Este miércoles 16 de abril, tres vehículos fueron incendiados frente a la prisión de Tarascon, en el sureste del país, en un área restringida reservada al personal. Uno de los autos pertenecía a un funcionario en servicio, otro a una empresa contratista, y el tercero aún no ha sido identificado.
Este atentado se suma a una serie de agresiones coordinadas en los últimos días, que incluyen el incendio de siete vehículos en la Escuela Nacional de Administración Penitenciaria (ENAP), en Agen, y disparos con rifles Kalashnikov contra la puerta de la prisión de Toulon. Al menos 21 vehículos han sido atacados en diferentes puntos del país, confirmó una fuente policial.
El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, atribuyó los ataques a intentos de “intimidar al Estado” por las recientes medidas implementadas para frenar el control de narcotraficantes dentro de las cárceles. Aseguró que “no vamos a retroceder porque al Estado no se le amenaza”.
Darmanin destacó que actualmente hay 17 mil personas presas por narcotráfico en el sistema penitenciario francés y que se están implementando cambios sin precedentes, como convertir ciertos penales en cárceles de alta seguridad, restringiendo el acceso a celulares y reorganizando a los internos más peligrosos.
En varios de los lugares atacados se han encontrado pintas con las siglas “DDPF”, un grupo identificado como Defensa de los Derechos de los Prisioneros Franceses, surgido recientemente en redes sociales y que estaría detrás de los atentados. Uno de los actos más preocupantes ocurrió en Aix-Luynes, donde el auto de un guardia fue incendiado frente a su domicilio.
La Fiscalía Nacional Antiterrorista ya tomó el control de las investigaciones, calificando los hechos como actos de terrorismo. Darmanin advirtió que la policía “ganará esta batalla” y los responsables serán encontrados.