Genios incómodos: el difícil lugar de las mentes brillantes en el mundo laboral

¿Heredar o donar en vida? Lo que debes saber para proteger tu patrimonio en México

ChatGPT ya puede actuar por ti: nueva función de OpenAI

Dark Light
Ser brillante no basta: descubre por qué las mentes más brillantes no siempre encajan en el trabajo y qué se puede hacer para integrarlas mejor. #TalentoExcepcional #Superdotados #Neurodivergencia #LiderazgoEmpresarial #AltaCapacidad #TrabajoYSaludMental #CienciaParaTodos #ChicaCósmica #NASA #Productividad

Tienen una mente prodigiosa, resuelven problemas en segundos y procesan información a velocidades sorprendentes, pero su lugar en las empresas aún es un desafío. Los trabajadores superdotados no siempre encajan fácilmente en entornos laborales convencionales, donde su exigencia, pensamiento divergente y ritmo acelerado pueden hacerlos ver como talentos “incómodos”.

“Ni somos superhéroes ni los más listos de la oficina”, afirma Paula Domínguez, creativa de campañas publicitarias en BBVA, con un coeficiente intelectual de 145. Su talento le permite idear propuestas efectivas a gran velocidad, pero también le provoca frustración en reuniones eternas o ante textos innecesariamente largos. Como ella, muchas personas con alta capacidad intelectual enfrentan malentendidos y falta de apoyo en sus trabajos, a pesar del enorme valor que pueden aportar.

Norbert Monfort, profesor de Esade, asegura que estos perfiles son “un valor exponencial” para cualquier organización: tienen gran memoria, curiosidad, capacidad de análisis y habilidad para liderar equipos diversos. Pero su potencial suele pasar desapercibido si no se les permite autonomía o si no se entiende su forma particular de trabajar. “La alta capacidad necesita libertad, retroalimentación constante y un liderazgo que entienda su neurodivergencia”, apunta el especialista.

También hay un alto costo emocional. Estos talentos rara vez desconectan del todo, como cuenta Domínguez, quien llena cuadernos con ideas incluso de madrugada. Esa sobrecarga mental puede derivar en agotamiento o problemas de salud. Lo confirma Ramón Campayo, campeón mundial de memoria, con un CI de 194, que defiende el uso de agendas para liberar la mente: “Pretender recordarlo todo no fortalece la memoria, la sobrecarga”.

Y aunque la inteligencia ayuda, no es garantía de éxito. Lo sabe bien María Jesús Puerta, ingeniera de minas de 56 años, quien mientras combatía el cáncer ideó en soledad el proyecto Esperanza, ganador internacional del reto Lunar Recycle de la NASA. Fue la única no estadounidense entre los seis seleccionados, aunque no recibirá apoyo económico por no ser de ese país. “El éxito viene del trabajo diario y de levantarse tras cada caída”, asegura.

En la ciencia, la astrofísica Nuria Álvarez Crespo también rompe moldes. En redes es conocida como Una Chica Cósmica, y con más de 66 mil seguidores, explica de forma simple conceptos como la fusión nuclear o los rayos gamma. “Esto no es solo para listos. La ciencia exige muchas horas de trabajo y soledad”, dice. Su popularidad muestra que las mentes brillantes también pueden conectar con el público cuando se expresan con claridad.

El reto está en que las empresas y la sociedad dejen de ver a estos talentos como casos aislados o problemáticos, y empiecen a crear espacios donde puedan desplegar su potencial sin fricciones innecesarias. Porque no se trata solo de tener un CI elevado, sino de aprovecharlo con empatía, apoyo y visión.

Con información de El País.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *