El período de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que concluyó el 30 de septiembre, se cerró con un total de 188,987 homicidios dolosos, según cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Esta cifra representa un aumento del 37.65% en comparación con los 137,289 homicidios reportados durante la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y un incremento del 83.73% respecto a los 102,859 homicidios registrados durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).
Este sexenio se convierte en el más violento en términos absolutos desde que se tienen registros, lo que ha suscitado críticas sobre la efectividad de las políticas de seguridad implementadas. Aunque el gobierno de López Obrador aseguró que las cifras de homicidios dolosos mostraban una tendencia a la baja, los expertos coinciden en que los niveles de violencia siguen siendo alarmantemente altos.
Durante su administración, López Obrador buscó “pacificar” al país mediante una combinación de estrategias que incluían el combate a la pobreza y la creación de la Guardia Nacional en 2019. A pesar de sus afirmaciones sobre una disminución en los homicidios, los datos indican que, en 2019, se registraron 34,723 homicidios, cifra que disminuyó ligeramente en los años siguientes, alcanzando 29,710 en 2023 y 22,754 en los primeros ocho meses de 2024. Sin embargo, algunos especialistas argumentan que estos números no reflejan una pacificación efectiva.
La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre, ha indicado que su estrategia de seguridad continuará algunas de las políticas de su predecesor, con un enfoque en la inteligencia y la coordinación entre fuerzas locales y federales. La nueva estrategia de seguridad, presentada el 8 de octubre, se basa en cuatro ejes: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de las tareas de investigación e inteligencia, y coordinación con los gobiernos estatales.
La violencia en estados como Guanajuato ha aumentado en los últimos años, lo que ha llevado a expertos como Javier Oliva y Samuel González Ruiz a señalar que, si bien hay una tendencia a la baja en algunos lugares, el panorama general de la violencia sigue siendo complejo y preocupante.