En el arranque de la temporada vacacional de Semana Santa 2025, Acapulco vuelve a colocar la seguridad pública en el centro del debate. Con el despliegue de más de 4 mil elementos de la Guardia Nacional en puntos estratégicos del puerto y el municipio vecino de Coyuca de Benítez, el gobierno federal busca ofrecer garantías mínimas a turistas y residentes.
Desde el asta bandera, el comandante del mando especial, Alejandro Aragón Vázquez, aseguró que las labores de vigilancia son constantes en playas, carreteras y zonas de mayor afluencia. El operativo incluye patrullajes por mar en la bahía de Santa Lucía, recorridos por la Autopista del Sol y vigilancia en zonas de alto tránsito como la Costera Miguel Alemán, Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata y Zona Diamante. Se han instalado 14 módulos de atención turística y más de 300 elementos están destinados exclusivamente al resguardo del transporte urbano.
El comandante Aragón Vázquez insiste en que existe coordinación con autoridades estatales y municipales, y que los esfuerzos son constantes para contener los delitos. Pero la percepción ciudadana es otra: la paz sigue siendo una promesa pendiente.
Frente a estos hechos, el turismo, motor económico de la región, podría resentir nuevamente el impacto. No basta con uniformes y patrullas visibles: Acapulco necesita recuperar la confianza, y eso solo se logrará con resultados tangibles, justicia expedita y una estrategia de seguridad que vaya más allá del espectáculo.