Las autoridades guatemaltecas se están movilizando para proporcionar albergue provisional a unos 600 mexicanos que han cruzado la frontera huyendo de la violencia en Chiapas. La guerra entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación ha obligado a decenas de familias de Amatenango de la Frontera y Mazapa de Madero a buscar refugio en Guatemala.
El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, informó sobre el éxodo, mientras la gobernadora de Huehuetenango, Elsa Hernández, criticó la inacción de las autoridades mexicanas y solicitó ayuda humanitaria para los desplazados. La situación ha generado tensiones diplomáticas, ya que Guatemala enfrenta la llegada masiva de mexicanos, muchos de ellos con niños y ancianos, quienes huyeron tras ser amenazados por los cárteles.