Tamaulipas, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Veracruz son los estados que podrían enfrentar los mayores impactos si se aprueba en Estados Unidos un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes no documentados, según BBVA Research. En 2024, México recibió 62,500 millones de dólares por este concepto, vital para millones de familias.
Con base en un escenario estimado donde la mitad de las remesas proviene de migrantes sin papeles, el efecto del impuesto se traduciría en una pérdida de hasta 1,563 millones de dólares para 2026. Solo en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Guanajuato, la reducción sería de más de 120 millones de dólares por entidad.
Tamaulipas encabezaría las afectaciones como porcentaje del total recibido, con una caída de 4.4% en sus remesas proyectadas. Le siguen Guerrero (4.3%), Puebla y Oaxaca (3.6% cada uno), y Veracruz (3.4%).
A nivel local, municipios con alta dependencia de remesas como Calvillo, El Llano y San José de Gracia, en Aguascalientes, enfrentarían efectos graves, pese a no recibir los mayores montos en términos absolutos. En estos lugares, hasta el 21% de los hogares dependen de esos ingresos para subsistir.
Expertos advierten que muchos migrantes buscarán enviar el dinero por canales informales para evitar el impuesto, aunque la capacidad de adaptarse dependerá de la situación económica de cada familia.
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