El cineasta mexicano Guillermo del Toro se convirtió en una de las figuras más comentadas del Festival de Cine de Cannes, no solo por su presencia magnética, sino por un cambio físico que sorprendió al público. Luciendo más delgado y con un aire rejuvenecido, el director de El laberinto del fauno acaparó miradas y generó elogios en redes sociales.
Durante su participación en una charla con el compositor Alexandre Desplat —colaborador en filmes como La forma del agua y Pinocho—, Del Toro pronunció una reflexión que se robó los aplausos del evento:
“Tenemos que permitirnos tener emociones. El arte es emotivo. Soy mexicano y extremadamente sentimental”, afirmó.
Y añadió con fuerza: “La emoción es el nuevo punk. Es algo a lo que muchos no se atreven, pero nosotros sí nos arriesgamos”.
Del Toro también habló sobre su próximo proyecto: Frankenstein, película en la que volverá a colaborar con Desplat, destacando la importancia que tiene la música como parte esencial de la narrativa cinematográfica.
El momento fue ampliamente compartido en redes, donde seguidores y medios internacionales celebraron tanto sus palabras como su renovada imagen.