Acapulco, Gro., 25 de diciembre de 2024.- Lo que inició como una jornada de diversión en las aguas de La Quebrada se transformó en una escena de pánico cuando un yate turístico perdió el control y chocó contra las rocas del icónico canal.
El incidente ocurrió en pleno espectáculo de clavados, justo cuando un clavadista se disponía a saltar desde 35 metros de altura. Al notar el peligroso acercamiento de la embarcación, el deportista contuvo su aliento y se detuvo en seco, evitando un desenlace trágico. Abajo, el pánico se apoderó de los pasajeros y la tripulación del yate, que se agitaba violentamente por el oleaje sin que el capitán pudiera maniobrar para evitar el impacto.
Los primeros en actuar fueron los propios clavadistas, quienes arriesgaron su vida para rescatar a los tripulantes del yate. Gracias a su rápida intervención, los pasajeros fueron puestos a salvo y recibieron atención médica minutos después del accidente.
El heroísmo de estos atletas evitó que el choque resultara en una tragedia mayor. Sin embargo, el evento deja abierta la discusión sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en las zonas de mayor tránsito marítimo en Acapulco, especialmente en áreas turísticas como La Quebrada.
Lo que pintaba como un día de diversión para las familias que disfrutaban del espectáculo terminó convirtiéndose en una amarga experiencia que, por fortuna, no cobró vidas humanas gracias a la valentía de los clavadistas