Jermaine Thomas nació en una base militar de EE.UU. en Alemania en 1986, hijo de un soldado estadounidense de origen jamaiquino y una mujer keniana. A los 11 años se mudó a Florida y pasó casi toda su vida en Estados Unidos. Sin embargo, hace unos días fue deportado a Jamaica, un país que jamás había pisado y donde no tiene ciudadanía reconocida ni certeza legal sobre su estancia.
Según The Austin Chronicle, el Departamento de Justicia alegó que su padre no cumplía con los requisitos de residencia para transmitirle la ciudadanía estadounidense. En 2015, la Corte Suprema avaló esa postura, dejándolo sin protección legal.
Tras una detención menor por “allanamiento” en Texas, ICE lo trasladó a un centro migratorio y finalmente lo deportó. Ahora vive en un hotel en Kingston sin empleo, sin documentos y sin saber quién paga su estadía.
“¿Vas a permitir que expulsen del país por el que arriesgaste tu vida a tu hijo, solo porque cometió errores tras tu muerte?”, cuestionó Thomas en una llamada desde Jamaica.