La propuesta del Congreso estadounidense de imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos encendería una nueva alarma en comunidades mexicanas que dependen de estos recursos. Así lo advirtió Gabriela Gutiérrez, presidenta nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), al señalar que dicha medida podría reconfigurar todo el mercado de envíos, incrementando los costos y riesgos para los migrantes.
Gutiérrez explicó que muchos mexicanos recurrirían a métodos alternativos como las criptomonedas o los servicios informales, lo que podría derivar en mayores comisiones o incluso en pérdidas. “Varias comunidades receptoras de estos ingresos dependen de ellos para subsistir. Las remesas representan de 10 a 14% del PIB estatal en Oaxaca, Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Chiapas”, puntualizó.
Aunque las remesas representan apenas el 3% del PIB nacional, según Víctor Herrera, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, el impacto sería grave a nivel local. Municipios como Fresnillo, Zacatecas, podrían enfrentar una caída significativa en su actividad económica.
El polémico proyecto de ley, denominado One Big Beautiful Bill, ya fue aprobado por el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes y contempla aumentos en el gasto militar, recortes fiscales, y recursos adicionales para reforzar el control migratorio.
El asesor económico Ramsés Pech señaló que este impuesto sí podría ser legal, al no gravar directamente el salario, sino el servicio de envío, evitando así una doble tributación y conflictos con tratados internacionales.