La historia de una adolescente de 16 años ha desatado profunda indignación en Guerrero y más allá. La menor fue detenida durante cuatro días por policías comunitarios en Cochoapa el Grande, luego de que su exesposo —quien la obligó a casarse a los 14 años— exigiera que su familia devolviera la “dote” de 700 mil pesos, tras descubrir fotografías del exnovio de la joven en su celular, reporto el diario Reforma.
El caso, que fue denunciado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, pone en evidencia la persistencia de matrimonios forzados y tratos inhumanos hacia niñas en comunidades de la Montaña de Guerrero.
“Una práctica común”
La detención fue ejecutada por policías comunitarios y respaldada por un grupo de autodefensas encabezado por Lorenzo Moreno Ventura, presidente del Consejo de Justicia de los Pueblos Originarios y, además, tío del esposo de la menor. También fue arrestado Samuel, el exnovio de la joven, junto con su padre.
Ambos fueron liberados solo después de que las familias firmaran un convenio en el que se comprometían a pagar los 700 mil pesos reclamados: 250 mil por parte del exnovio y su padre, y 450 mil por parte de la madre de la menor. El plazo para cumplir con esta exigencia vence el próximo 30 de abril. De no hacerlo, se advierte que podrían volver a ser detenidos.
“Violaciones múltiples a los derechos humanos”
La abogada Neil Arias, de Tlachinollan, señaló que la menor logró huir tras su liberación. También denunció que durante su matrimonio forzado fue llevada a campos agrícolas de Sinaloa por la familia del esposo, donde trabajó durante casi dos años. El dinero que ganaba era entregado a los padres del marido.
“La menor de edad sufrió múltiples violaciones a sus derechos humanos desde que la obligaron a casarse y luego a trabajar. Es inaudito que se sigan tolerando estas prácticas”, señaló Arias.
Silencio institucional
Tlachinollan solicitó la intervención del alcalde de Cochoapa el Grande, Javier Gálvez, sin obtener respuesta. Según Arias, el edil petista argumentó que no sabe cómo intervenir “porque es una práctica común dentro de las comunidades”.