La muerte de Erick, un adolescente de 13 años presuntamente torturado durante un campamento de la Academia Militarizada Ollin, ha provocado conmoción en la Ciudad de México. Según denuncias de sus padres y testimonios de compañeros, el menor sufrió graves maltratos que derivaron en su fallecimiento por un paro respiratorio tras reventarse sus vísceras.
Aunque la institución sostiene que el joven simplemente se desvaneció, la necropsia y los relatos apuntan a condiciones inhumanas: golpes, deshidratación, maltrato físico y restricción extrema de alimentos y agua.
La alcaldía Cuauhtémoc, encabezada por Alessandra Rojo de la Vega, inició un proceso de verificación y apoyo legal a las familias afectadas. Hasta el momento, la academia permanece cerrada y sin responder formalmente a las autoridades.
La indignación crece mientras padres y amigos de Erick exigen justicia y esclarecimiento de los hechos que hoy enlutan a una familia y encienden las alarmas sobre el control y supervisión de estas academias no vinculadas a la Sedena.