La inflación en México continuó su tendencia ascendente en julio, alcanzando un 5.57% a tasa anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este es el nivel más alto en 14 meses, reflejando un incremento mensual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de 1.05%.
Este aumento marca el quinto mes consecutivo de aceleración inflacionaria, situando la tasa en su punto más alto desde mayo del año pasado, cuando la inflación alcanzó el 5.84%. Este comportamiento inflacionario se da justo antes de la decisión de política monetaria del Banco de México (Banxico), lo que ha generado expectativas de que la institución mantenga su tasa de interés actual debido a las persistentes presiones inflacionarias.
Aunque se espera una moderación en la inflación hacia finales de año, las presiones del componente no subyacente, que incluye productos con precios más volátiles, han provocado una aceleración en los últimos meses. Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye estos bienes y servicios volátiles, se desaceleró ligeramente a 4.05% anual en julio.
Dentro del componente subyacente, los servicios mostraron un aumento del 5.22% anual, mientras que las mercancías subieron un 3.09%. En cuanto a la inflación no subyacente, que incluye precios de productos como alimentos y energía, esta se elevó a un 10.36% anual, impulsada en gran parte por un aumento del 23.55% en los precios de frutas y verduras, y un incremento del 7.31% en energéticos y tarifas gubernamentales.
Estos datos reflejan las continuas presiones inflacionarias que enfrenta la economía mexicana, especialmente en sectores clave como alimentos y servicios, manteniendo la inflación fuera del rango objetivo del Banxico, que es de 3% +/- 1 punto porcentual.
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