Una jueza federal de Estados Unidos ordenó este jueves desmantelar en un plazo máximo de 60 días el polémico centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz”, ubicado en los Everglades, al oeste de Miami. La decisión también impide la llegada de nuevos migrantes y la construcción de más infraestructura en el sitio.
El fallo, emitido por la jueza Kathleen Williams, respondió parcialmente a la demanda de organizaciones ambientales y de la tribu indígena Miccosukee, quienes argumentaron que el centro amenaza un ecosistema con 36 especies en peligro, como panteras, caimanes y cigüeñas. Además, ordena retirar cercos, iluminación industrial, sistemas de drenaje y desechos, así como devolver el acceso a la comunidad nativa.
Aunque actualmente permanecen 336 migrantes detenidos en las instalaciones —muy por debajo de los casi mil que había hace semanas—, la orden no establece una liberación inmediata, pero sí prohíbe trasladar más personas al lugar. El proyecto había sido impulsado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, con capacidad para 2,000 personas y planes de ampliación a 4,000.
Organizaciones ambientales celebraron el fallo como una “victoria emblemática” para los Everglades. Sin embargo, el gobierno estatal anticipó que continuará la batalla legal, cuestionando la legitimidad de la jueza y defendiendo la permanencia del centro.