La noche del 13 al 14 de enero de 2025 marcará un evento energético significativo: la Luna Llena del Lobo. Este fenómeno, que se presentará en el signo de Cáncer, simboliza una oportunidad única para la introspección emocional, el autocuidado y el cierre de ciclos que han definido los últimos seis meses.
Energía de Cáncer y lecciones emocionales
La influencia de esta Luna Llena, conocida por su relación con el amor, la compasión y la intuición, invita a:
• Romper patrones emocionales heredados: Reflexiona sobre tus heridas de infancia y cómo moldean tus decisiones actuales.
• Establecer límites saludables: Aprende a decir “no” con empatía y reconoce la importancia de priorizar tu bienestar.
• Liberar emociones reprimidas: Aprovecha la energía para expresar frustraciones y miedos, permitiendo que fluyan hacia la sanación.
Según las Moonsisters, este tránsito nos recuerda equilibrar nuestras responsabilidades de adultos con la inocencia y dulzura de nuestra esencia infantil.
El cierre de un ciclo transformador
Esta Luna Llena pone fin a un ciclo iniciado el 6 de julio de 2024, motivándonos a salir de nuestra zona de confort. Es un momento ideal para evaluar nuestros avances y rediseñar metas emocionales y espirituales para 2025.
Signos más impactados
Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) sentirán de manera más intensa esta energía transformadora, especialmente aquellos con planetas en los últimos grados de estos signos.
Rituales para aprovechar la Luna Llena
1. Explora tu mundo interior: Dedica tiempo a la introspección y trabaja en sanar heridas pasadas.
2. Conecta con tus emociones: Permítete sentir, liberar y procesar las emociones que te frenan.
3. Agradece y cierra ciclos: Reflexiona sobre lo que has logrado desde julio de 2024 y establece intenciones claras para el futuro.
Este evento celestial no solo es un llamado al crecimiento personal, sino también una preparación para los cambios energéticos que marcarán el año 2025, como el desfile planetario del 21 de enero y los movimientos significativos de planetas como Neptuno, Urano y el Nodo Norte.
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