Después de 15 meses de guerra en Gaza, miles de adolescentes enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes. Mariam, de 15 años, resume el sentir de muchas jóvenes: “Toda nuestra vida se convirtió en una tragedia”. La falta de alimentos, agua potable y medicamentos ha afectado gravemente su salud, mientras que la inseguridad y el desplazamiento constante han dejado huellas profundas en su bienestar mental.
Un informe reciente señala que más del 91% de los jóvenes en Gaza han visto deteriorada su salud y más del 50% se sienten inseguros. La falta de privacidad en los refugios improvisados, la escasez de productos de higiene menstrual y el aumento de la violencia de género han convertido la vida cotidiana en una lucha constante.
El costo invisible del conflicto
• Riesgo de enfermedades por condiciones de insalubridad.
• Aumento de la violencia de género en campamentos superpoblados.
• Impacto psicológico severo, con altos índices de ansiedad y estrés postraumático.
• Deserción escolar masiva, ya que muchas jóvenes deben asumir responsabilidades domésticas en condiciones extremas.
El UNFPA -la agencia de salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas- y ONG locales han lanzado programas de apoyo psicosocial y espacios de educación temporal para ayudar a las jóvenes a procesar su trauma. En 2025, planean establecer centros juveniles multiusos y tiendas de campaña seguras para niñas, proporcionando educación, asistencia en salud mental y recursos esenciales.