Con una misa ante más de 150 mil fieles, el papa León XIV inició oficialmente su pontificado con un mensaje centrado en la unidad, la paz y la justicia social. En su homilía desde la Plaza de San Pedro, el primer pontífice estadounidense de la historia afirmó que su misión será hacer de la Iglesia católica un “signo de paz en el mundo”.
León XIV, nacido Robert Francis Prevost, de 69 años y con doble nacionalidad peruana, recordó los males que aquejan al mundo moderno: odio, violencia, desigualdad, prejuicios y un sistema económico que margina a los más pobres. Inspirado en León XIII, defensor de los obreros en el siglo XIX, dejó clara su orientación social para esta nueva etapa de la Iglesia.
Durante la ceremonia, recibió el palio y el Anillo del Pescador, emblemas tradicionales del pontificado. Previo a la misa, recorrió por primera vez la plaza en el papamóvil, saludando a los fieles entre fuertes medidas de seguridad.
En su mensaje, pidió que la Iglesia no caiga en el poder ni la propaganda, sino que actúe con caridad: “No atrapemos a los demás con sometimiento… sino con amor”.
Entre los líderes presentes estuvieron J.D. Vance, vicepresidente de EE.UU.; Dina Boluarte, presidenta de Perú; Gustavo Petro (Colombia), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay), y los reyes de España, Felipe y Letizia.
Tras la misa, León XIV sostuvo una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien agradeció al pontífice por su disposición a mediar en el conflicto con Rusia. “La voz de la Santa Sede puede desempeñar un papel clave para poner fin a la guerra”, dijo el mandatario.
El Papa también expresó su preocupación por la situación en Gaza, condenando el sufrimiento de la población civil en medio de la ofensiva israelí.