En medio de una creciente crisis humanitaria en Gaza por la intensificación de la ofensiva israelí, la Liga Árabe celebró este sábado una cumbre en Bagdad donde urgió a la comunidad internacional a detener el derramamiento de sangre y garantizar el acceso de ayuda humanitaria a la Franja.
En una declaración conjunta de 32 puntos, bautizada como la Declaración de Bagdad, los líderes árabes hicieron un llamado a las potencias mundiales para ejercer presión diplomática sobre Israel, y aprobaron la creación de un fondo de reconstrucción de Gaza por 53 mil millones de dólares, a aplicarse en un plazo de cinco años.
“La causa palestina sigue siendo central para la estabilidad en la región”, señalaron los dirigentes, reiterando su apoyo incondicional a los derechos del pueblo palestino y condenando las acciones “ilegítimas” de Israel en los territorios ocupados. Además, exigieron el despliegue de fuerzas internacionales de paz bajo la ONU hasta la implementación de la solución de dos Estados.
La cumbre coincidió con el inicio de una nueva ofensiva terrestre israelí anunciada por el primer ministro Benjamín Netanyahu, en un contexto de bloqueo humanitario y bombardeos continuos sobre Gaza.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, presente como invitado, pidió frenar “la masacre en Gaza”, mientras que Alemania expresó su “profunda preocupación” por la situación, advirtiendo que la ofensiva pone en riesgo la vida de los rehenes aún cautivos.